Los fantasmas me persiguen… los fantasmas de la soledad, de esta maldita soledad que no deja de dolerme… no quiero que deje de dolerme.
Tu ausencia es una cruel mensajera de lo poco que queda de mi presencia en tus sentimientos.
¿Por qué se clava, cual puñal penetra la piel, desgarrándola en dos?
¿Por qué me duele como la sal en una llaga profunda?
¿Por qué no me deja dormir, y paso noches enteras en que mi cuerpo está sobre la cama, pero mis pensamientos nunca descansan?
viernes, septiembre 15
Publicadas por Marifé a la/s 4:22 p. m.
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